¿Por qué las abejas nos enamoran?

Alrededor del 78% de las especies de plantas con flor en climas templados y del 94% en climas tropicales se benefician del proceso de la polinización mediada por animales, lo que equivale a más del 87% de todas las especies de angiospermas conocidas (Bonilla, 2012; Mayer et al., 2011). Si a esto le sumamos que el 75% de las plantas cultivadas requieren polinización, nos da una increíble cifra que sustenta porque las abejas, junto a otros animales polinizadores, son vitales para nuestro planeta y nuestra sociedad.

Pero esta no es suficiente razón para enamorarse de ellas, si para respetarlas y cuidarlas, pero el amor profundo que muchos sentimos por ellas al conocerlas proviene de su forma de vida, de las sociedades que pueden formar, de las curiosidades en sus comportamientos, lde a belleza de las estructuras que pueden construir, lo increíble de los productos que algunas especies nos brindan, su enorme diversidad (más de 25.000 especies en todo el planeta), y mucho más. Ese sentimiento se ve incrementado cuando vemos como inspira a diferentes personas a sacar lo mejor de sí, e iniciar con ello acciones más sostenibles para cuidar a las abejas y sus entornos.

«Si las abejas desaparecieran del planeta, a los humanos sólo nos quedarían 4 años de vida»

Seguramente has escuchado o leído esta frase anteriormente. Si lo has hecho, sabrás también quién fue su autor ¿verdad?… Albert Einstein!!!… ¿O no fue él?… Curiosamente, el origen de esta frase, citada incluso por fuentes oficiales frecuentemente, como autoría del célebre científico, realmente no es de su autoría. El origen se remonta a 1994 en una protesta de apicultores en Bélgica, quienes la usaron en una de sus pancartas, pero como lo dice M. Night Shyamalan en su película The Happening (El Incidente/El fin de los tiempos), “si uno quiere que se preste atención a algo, no hay nada mejor que ponerlo en boca de alguien reconocido y respetado”. Así que en este caso el fin justifica los medios, en pro de concientizar sobre la importancia de nuestras pequeñas amigas. A esto nos lleva el enamoramiento por las abejas. Pero este amor también puede llevarnos a acciones poco responsables, como sacar nidos del medio natural sin control, forzar su reproducción, comerciar con ellas para “difundir su importancia”, y más. Es también por eso que Campo Colombia dedica una parte muy importante de su tiempo y recursos a labores de educación, capacitación y difusión de mensajes responsables, claros, con sustento científico y responsables sobre las abejas; y la biodiversidad en general.

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